Corrección de textos
La corrección de textos, también conocida como corrección editorial, consiste en una revisión exhaustiva del texto y posterior corrección. Su propósito es el de eliminar las posibles erratas que pueda haber y pulir detalles que puedan perjudicar el texto para hacerlo más comprensible a los ojos del lector.
Puesto que una corrección de textos requiere la mayor precisión posible, esta debe ser realizada por un corrector profesional, quien ha recibido la formación adecuada para realizar este tipo de trabajos.
Dependiendo del tipo de textos al que se enfrente, el corrector realiza su trabajo de una forma u otra. Todos sabemos que una novela de ficción, dedicada a un público adulto; un publicación científica, dirigida a un público especializado, o un cuento infantil, cuyo público objetivo son los niños, son textos muy distintos, y deben ser tratados de diferente forma. Distintos tipos de textos requieren distintos tipos de atención. Los ejemplos que he expuesto son solo unos pocos de los muchos tipos de textos que podemos encontrar.
Cara pero necesaria
No voy a mentir, una corrección de textos no es un servicio barato. El corrector de textos es un profesional que dedica su tiempo —en muchas ocasiones más de lo que uno puede imaginar— para poder entregar el trabajo a tiempo y sin que su calidad se resienta, y este es un servicio que se paga, como el de cualquier otro trabajador. El cliente no deberá aceptar precios abusivos, pero tampoco debe fiarse de quien le esté ofreciendo un servicio llamativamente barato, porque lo más probable es que no se trate de un profesional y su trabajo no sea todo lo preciso que debería.
Una corrección profesional es un servicio, no solo conveniente, sino necesario. El profesional que se encargue de realizar el trabajo deberá saber cuáles son tus necesidades y qué tipos de corrección deberá aplicar: corrección ortotipográfica o corrección de estilo. Aunque el corrector pueda aconsejar, será el cliente quien tome la decisión.