Redacción de textos literarios
Todo autor que tenga como meta publicar un libro tiene que ser consciente de que su texto va a estar expuesto al público. De entre entre sus lectores habrá distintos tipos de personas: las que solo busquen entretenerse y aquellas con un criterio más desarrollado. Como autor debes dirigirte al segundo grupo de personas, aquellas que exigen una obra de calidad. Por lo que tú , en cuanto a la redacción de textos literarios, también te debes exigir como autor. Esto no quiere decir que por dirigirte a un sector descuides el otro. El público al que llegues debe ser lo más amplio posible, y por eso debes ofrecer aquello que piden diferentes lectores con distintos niveles de exigencia.
Da más importancia al contenido que las palabras
No debes caer en el error de embellecer tus textos con palabras rebuscadas con las que intentes demostrar tu amplitud y diversidad léxica. El lector quiere leer una obra con un buen contenido; bien redactada, sí, pero sin frases enrevesadas forzosamente adornadas. En lugar de eso, utiliza las palabras apropiadas para el contexto de la historia que quieras contar, centrándote en si la forma de expresarse es apropiada para el personaje que habla.
El lector exigente quiere disfrutar de un buen libro, más allá del nivel cultural de las palabras utilizadas en la redacción de la obra —busca siempre mantener un equilibrio—. Por otro lado, el lector menos versado querrá disfrutar de la obra sin que, en ocasiones, le resulte pesado estar leyendo palabras que le frenen en la lectura. Siempre es aconsejable evitar utilizar innecesariamente palabras de uso poco común.
Sé consciente de a qué público te diriges
La forma de expresarte es vital a la hora de transmitir los mensajes, sentimientos y emociones que quieras expresar en la obra. No se debe escribir igual si escribes un cuento infantil, una historia dirigida a un público adolescente o a uno adulto. Tampoco te expresarás de la misma forma en historias orientadas a distintas épocas, pues la forma de hablar de los personajes será distinta. Ni utilizarás la misma terminología si estás narrando una historia de ciencia ficción, de suspense o romántica. Como autor, tienes que adaptar tu forma de redactar al estilo de la historia que quieres contar.
Cuida los detalles al redactar
Que tu la obra esté redactada correctamente es muy importante; a nadie le va a gustar encontrar faltas ortográficas ni errores gramaticales o semánticos en un libro. Pero tu trabajo como autor no acaba ahí, tienes que cuidar todos los detalles ortotipográficos y gramaticales de la obra.
El buen uso de los signos de puntuación es un elemento muy importante a la hora de redactar un texto. Muchas personas están acostumbradas a ceñirse al punto ya la coma para puntuar sus textos y, aunque son válidos, hay una amplitud mayor en la que apoyarse. El punto y coma es un signo de puntuación, muchas veces olvidado, que enriquece el texto y hace que resulte más atractivo para el lector.
También existen errores como utilizar el guion en lugar de la raya o guion largo a la hora de introducir diálogos. Este tipo de detalles son aquellos que marcan la diferencia entre un libro bien redactado del montón y otro de buena calidad. Cuando un lector con un grado medio de exigencia se encuentre con un libro con este tipo de detalles bien cuidados, se dará cuenta del trabajo que hay detrás. Por supuesto, muchos de estos detalles pueden pasar desapercibidos en muchas ocasiones para el autor, ya que su trabajo es transmitir aquello que quiere contar. Pero el trabajo invisible del corrector de textos es de gran ayuda para que el texto quede listo para su publicación con una calidad apta para que la editorial realice su trabajo.